Una propuesta para dinamizar el #ProDig: partir de las redes de aprendizaje docente @EABE2019 @chococharlas @AndaTIC @exilioyregreso @MaestrodEscuela

Sirva de introducción esta entrada en el mismo blog «Memoria habitante»: ¿Puede ser la administración un apoyo subsidiario a las redes de aprendizaje docente con medios digitales?

1. La información no surte efecto por transmisión.

El proceso de formación en el uso de herramientas y en la creación de contenidos digitales es largo, complejo y, en realidad, permanente. Además, la pedagogía se pregunta por qué y para qué existen las herramientas, los contenidos y el propio sistema de formación; razones que no son invariables como axiomas o dogmas, sino que varían en cada momento histórico.

No se deberían separar analíticamente los instrumentos de los objetivos, como si no fueran interdependientes entre sí, porque el medio tiende a convertirse en fin. Ese es el riesgo real que corren los esfuerzos por digitalizar el sistema de gestión y notificación en nuestras escuelas. El supuesto de que al gestionar y notificar información sobre el alumnado al propio alumnado o a las familias se producirá inmediatamente (es decir, sin más medios, sin un espacio cara a cara y sin múltiples interacciones) una mejora de su desempeño es una (quizás «la») falacia tecnológica.

Lo que hoy llamamos evaluación no consiste en notificar (dar notas o transmitir informes), sino en realizar un seguimiento personalizado de los procesos de aprendizaje que atienda a las diferencias funcionales en grupos heterogéneos, fomente las interacciones, promueva las competencias en proyectos interdisciplinares y ayude a construir proyectos de vida.

Dicho de otro modo, no es real la imagen del cerebro humano como una computadora programable, a la que se suministra información como alimento. Las conexiones se realizan de otro modo, por intermedio de la emoción y la empatía, como ha demostrado la neurociencia.

Así pues, convirtamos los fines en medios, con ayuda de la tecnología.

2. La autoprogramación cerebral a través del diálogo.

2.1. Autonomía.

Los cerebros humanos se programan de otra manera: por autoprogramación. Salvo en contextos políticos indeseables, la libertad y la autonomía, tanto de los individuos como de los grupos y las esferas sociales, prevalecen de forma cuasinatural sobre cualquier condicionamiento, desde la primera infancia a la ancianidad, desde la familia al centro educativo. A no ser que se los retuerza de forma inhumana.

Necesitamos buenos argumentos y motivos (e-mociones) que podamos apropiarnos en el diálogo interior para participar de forma creativa en una acción coordinada: por parejas, en grupos, en red.


2.2. Diálogo.

Frente a las estrategias conductistas, se demostró hace tiempo que el medio más adecuado a la formación humana de personas autónomas y capaces de autorreflexión no es otro que el diálogo. Así lo vienen diciendo desde Platón y Paulo Freire al constructivismo social de Vygotsky; o, en tiempos recientes, el conectivismo. Hace relativamente poco que se pretende incorporar al diálogo las fuentes de información dinámicas que se generan en la web, llámense nodos inteligentes, nudos de solidaridad o nidos de diversidad.

2.3. Competencias en un marco social.

El desarrollo de las competencias, aun en términos neurológicos: el enriquecimiento de las conexiones neuronales, depende de un proceso cognitivo básico: la internalización del diálogo, la palabra, el rostro y la perspectiva de las otras (personas).

Necesitamos personas mediadoras para el conocimiento y la creatividad, a las cuales no solo imitamos, sino con las cuales aprendemos en equipo y en red. Tampoco bastaría que un bot (o un humano funcionario) participase de la red con el propósito de impulsar energéticamente la formación, porque necesitamos emocionarnos, conmovernos con quien nos enseña y aprende.

3. Géneros o tipos de formación digital.

Opciones posibles:
MOOC conectista
Laboratorio
Webinario
etc.

Y las que se nos ocurran o inventemos.

4. La propuesta propiamente dicha.

De acuerdo con lo anterior, propongo:

  1. Abrir espacios en el ProDig que consistan en dialogar, con un formato más versátil que el foro cerrado y menos caótico que el foro abierto. Pensemos en formatos que: a) permitan interactuar de forma sincrónica y asíncrona, a la vez, b) constituyan un acontecimiento c) estén secuenciados de forma lógica y didáctica.
  2. Colaborar con las redes de aprendizaje docente, como EABE, Espiral, AndaTIC, Chococharlas (Tertulias con sabor a chocolate), Pedagogía Inclusiva, la Tribu del Cine, Aulas Abiertas, El Barco, Regreso Feminista, Maestr@ de Escuela y tantas otras para diseñar y poner los espacios en funcionamiento.
  3. Consensuar un guion y una escala de valores entre todos los temas posibles, de acuerdo con el interés social y las pedagogías, como por ejemplo: a) la atención a la diversidad y la inclusión por medios digitales, b) las ventajas del uso y la creación de textos multimodales, la robótica, las aplicaciones o los videojuegos en el marco del DUA (Diseño Universal de Aprendizaje).
  4. Establecer un consejo para la organización de un calendario de temas y personas, el cual se vaya ampliando progresivamente al ritmo en que se intervenga, gracias a la inclusión de quienes vayan participando. De tal manera se retroalimentan la estructura del seminario y el potencial de la redarquía, en la que todas y todos se conviertan en nodos/nidos activos.
  5. Sería deseable que la estructura se transformara, durante la ejecución del ProDig y al finalizar, en un Banco Común de Conocimientos, donde periódicamente sus miembros expresen lo que pueden enseñar y lo que quieren aprender.

Un feliz año a todas y todos para que se refuercen las estructuras horizontales, dado que las verticales pueden convertirse en una amenaza; o bien, como propongo, en una fortaleza para el procomún.

Deja un comentario