Consulta a las sabias: razones para transformar los cánones culturales #AprendeIgualdad

Microconferencia en la Feria de la Ciencia de Sevilla 2020

Os invito a visitar el conjunto: Pabellón de centros educativos, Pabellón de entidades, sala del profesorado. dentro del Salón de actos, se exponen las microconferenciAS. La conferencia de 10 min cuyo texto incluyo aquí, junto con el vídeo, forma parte del proyecto sobre opresión lingüística que organiza un equipo multidisciplinar de investigadoras de la universidad de sevilla.

Estamos todavía inmersos en la Cuarta Ola del feminismo. Aún se propagan los ecos del movimiento #metoo por todo el planeta y se comunica energía entre nuevos grupos, como ha sido el caso de la performance inventada por mujeres chilenas: #elvioladorerestú, que se ha representado en todos los continentes. Ese mismo caudal de solidaridad se ha avivado en varios momentos sucesivos durante los últimos tres años para salir en defensa de la libertad sexual de las mujeres en España. 

I. Un par de preguntas

Cabe preguntarse razonablemente por qué no se ha repartido el trabajo en los hogares de forma igualitaria entre hombres y mujeres, después de un movimiento social tan potente.

Más preguntas: por qué se ha acusado al feminismo de ser uno de los causantes de la propagación de la pandemia, en esa misma caricatura donde se deforma el rostro de los epidemiólogos que no impidieron la convocatoria del 8 de marzo, día de la mujer trabajadora a escala global. 

¿Acaso se ha detectado una considerable disparidad de género entre los enfermos y las víctimas, como consecuencia de aquella convocatoria mundial? ¿Hay más mujeres infectadas? ¿Hubo más entre quienes ocuparon las calles que entre los hombres que acudieron al fútbol aquel mismo día en similar número?

Un juicio sesgado pone de manifiesto que, además de estructuras sociales y externas provocando desigualdad, también hay estructuras internas que, justificándola, organizan nuestras mentes.

II. La lógica del lenguaje: prototipos, esquemas y estereotipos.

Nuestro lenguaje tiene su propia lógica, la cual debemos conocer para aprovechar sus virtudes y corregir sus defectos. Los prototipos por los que categorizamos a un águila como el ave más representativa, en vez de un pingüino, son los mismos que nos permiten establecer relaciones de familiaridad entre toda la especie humana, gracias a una experiencia intercultural, interclasista e interétnica. 

Los esquemas cognitivos que se generan por medio de cualquier lengua para dar forma a la experiencia pueden convertirse en una taxonomía cerrada, o bien transformarse de modo permanente a través de la mezcla: blending, dice la lingüística cognitiva, de modo que sea posible combinar elementos de distintos paradigmas y sistemas. 

Una estructura compleja, como el lenguaje, nos hace capaces de entender otras complejidades: la organización sofisticada de las narraciones nos permite comprender cualquier proceso físico y empatizar muy de veras con cualquier rostro humano. El rostro de una víctima tiene el poder de desconstruir el discurso de su agresor: nos obliga a rehacer la estructura de la mezcla, para que se escuche y mientras se escucha la voz del otro ser y del ser-otra: un concepto de Simone de Beauvoir.

La mediación para que tal cosa ocurra se llama sabiduría y se adquiere a través de la educación, primero, y el aprendizaje autónomo a lo largo de la vida. He ahí mi razón de ser educador.

Aun admitiendo que tengamos inteligencia, también es cierto que la mayor parte de nuestros prototipos, antes que sean probados por la experiencia, son meros estereotipos. Se han agregado a nuestras neuronas por segregación del lenguaje y los géneros de comunicación en nuestro mundo de la vida: los medios sociales, las series, el cine o la Literatura entre la gente letrada, como también la educación, sus contenidos y, sobre todo, sus prácticas, las cuales afectan y comprometen a toda la sociedad. Incluso la educación basada en un compromiso ético y una voluntad kantiana no puede suplantar a la experiencia personal, ni sustituir al aprendizaje autónomo. 

Así pues, quizá el signo de inteligencia más humano y más racional sea el pensamiento crítico que detecta los sesgos y cuestiona los estereotipos.

III. Crítica a los cánones culturales: la discriminación viene de arriba.

Veamos qué oportuno sería usarlo. Numerosas y profundas investigaciones han constatado que todavía sigue vigente el canon del dominio masculino en la Literatura escolar; es decir, una selección de autores y lecturas dominada ampliamente por hombres, no solo en el ámbito estrictamente literario, sino en todas las ramas del conocimiento. Es un hecho la discriminación en el canon, aunque nos digan que estar o no estar depende de aquellos valores objetivos que poseían algunos hombres excelsos, a los que no podían aspirar las grandes mujeres del pasado, porque no las dejaban florecer. Es un falso fruto de la ignorancia, aun cuando la formación del profesorado de Humanidades tienda a producir ese estereotipo segregado, por un simple motivo: no se habla de ellas y, cuando se habla, apenas se las nombra. Quienes lo afirman, sencillamente, no las han leído.

Es cierto que las últimas olas del feminismo, tanto en los medios sociales como en la investigación, han saneado coyunturalmente ese compendio para incorporar a mujeres referentes, de modo que se las cite con ocasión de tal o cual efemérides, igual que a las referentes históricas (Herstories) en las matemáticas o en la tecnología, pero no ha transformado la estructura cultural: las academias y los libros de texto siguen repitiendo la misma retahíla, en parte por un retraso generacional, en parte porque no se molestan en profundizar lo suficiente para que esas mujeres nombradas sean realmente conocidas. Si lo hicieran descubrirían que la lucha contra la esclavitud en el siglo XIX, contra las guerras y los totalitarismos en el XX; contra la pena de muerte todavía hoy; la apuesta por la educación como medio de cambiar nuestro país, en sintonía con el regeneracionismo hispánico, han sido protagonizadas por escritoras y pensadoras; lo mismo que el ecologismo y las medidas contra el cambio climático en el XXI. 

Paradójicamente, en las escuelas e institutos, la gran mayoría de docentes son mujeres. Hay mujeres y hombres que defienden el canon tal como está, por la incomodidad previamente descrita: habría que leer a las clásicas junto con los clásicos, y no son dos o tres, sino un centenar. Pero lo más común ha sido escapar a las exigencias cada vez más rancias de transmitir el canon, a través de una realidad paralela, con su propia canonicidad: la LIJ, en la que se constata un amplio predominio de escritoras, sin que los hombres se sientan amenazados por tal hecho. Sin embargo, esa vía de escape deja el currículum y las jerarquías como están. La LIJ es un buen negocio y muy honrado, pero se destina a un público circunscrito y a un rango de edad determinado. No es un fenómeno nuevo: a quienes ya tienen una edad les sonarán los nombres de Elena Fortún, Carmen Kurtz, Ana María Matute o Gloria Fuertes, en la medida que escribieron para el público infantil, además de para adultos, durante el pasado siglo.

Los cambios más notables se han producido, por un lado, en el mundo editorial, porque la Literatura actual en el siglo XXI obedece al gusto de un público lector de una mentalidad mayoritariamente igualitaria, quienes reconocen el valor literario de las mujeres sin prejuicios. Así se refleja en las bibliotecas y en los premios, aunque desde hace muy poco, reconozcamos también ese hecho. Por otro lado, hay que agradecer la actividad constante de muchas investigadoras y algunos investigadores durante los últimos 50 años, que han producido crítica literaria, biografías y literatura académica acerca de las autoras en todos los periodos de la Historia humana; también en nuestro país. Yo, como otras personas de mi oficio, me he aprovechado de esa sólida investigación para incorporar la perspectiva igualitaria de las autoras en la asignatura de Literatura Universal, a través de una didáctica que mereció algún premio y se publicó en la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes; así como en diversos proyectos de lectura y escritura creativa en la ESO.

IV. Mecánicas de un “mundo de hombres”. Ritos de iniciación en una masculinidad tóxica a través de los medios.

Sin embargo, ese principio de subversión no está siendo suficiente para transformar el mundo de la vida. Cuando el público infantil, sobre todo el masculino, llega a la adolescencia cruza una línea de sombra (remedando el título de Joseph Conrad) que ha sido trazada por la estructura social dominante: 

  • en el caso de los varones, el consumo de videojuegos y de pornografía digital convierte todo lo aprendido hasta entonces en un sueño, al mismo tiempo que comienzan a trasnochar; 
  • la literatura deja de ser apetecible porque se la percibe como una ficción de menor rango, en comparación con el impacto de la violencia sexualizada en los videojuegos triple A y en los productos de la llamada “pornocracia”: la industria pornográfica.

De un golpe, todos los esfuerzos de la educación para la igualdad, junto con la educación literaria que, de hecho, ya está comandada por mujeres, son arrollados por la mecánica de un “mundo de hombres”, no por azar ni a causa de la humana debilidad. Las dinámicas del olvido son las mismas que han regido la pérdida de la memoria infantil por parte de los niños varones criados en el seno maternal del gineceo, gracias al cuidado de las mujeres, durante siglos. Por esa misma ley estructural, es decir, porque la ley de la selección masculina sigue jerarquizando las ideas y controlando el principio de realidad, continuamos relegando a un rincón a decenas o centenares de mujeres escritoras y activistas que deberían servir, al menos, como referente para explicar los cambios sociales constatables en las relaciones entre géneros. ¿Cómo fue posible todo eso, si los hombres siguen siendo los apóstoles del canon? 

Aquellas personas, hombres o mujeres, que aseguran y, en tal medida, perjuran que la igualdad ya es un hecho en nuestro país y en las sociedades “avanzadas”, las mismas que repiten y saturan los medios sociales con la sospecha de que el feminismo esconde un objetivo supremacista, no podrían explicar cómo se ha avanzado en la consecución de la igualdad de derechos, porque su genealogía ha sido ocultada en todos los espacios de transmisión de la memoria: ¿quiénes vivieron, escribieron, inventaron, actuaron con el objetivo de que viviéramos en una sociedad de iguales?

V. La demanda mayoritaria de igualdad: mujeres y hombres.

El feminismo no solo es una demanda de las mujeres, ni solamente de aquellas que sufren violencia machista, aunque los porcentajes de quienes todavía la sufren a lo largo de su vida sean brutales.

La modernidad que comenzó con la Ilustración se ha enfrentado al espejo de los horrores fabricados en el siglo XX: la ingeniería social, el totalitarismo, los campos de exterminio, la destrucción de la naturaleza.

El posmodernismo nos dejó apalancados en un pesimismo unido al progreso técnico, como un alacrán que se envenena con su propio aguijón. La deconstrucción de la idea de Humanidad ha conllevado incluso el descrédito de los derechos humanos; hasta el punto que se haya puesto de moda hablar de los derechos como una ficción, al estilo del ensayo superventas Sapiens. Ese simulacro tan posmoderno llega a difuminar la crítica a las ideologías que legitiman la desigualdad, en nombre de una especie de oráculo de la naturaleza: Maya pretende librarse de los seres humanos. ¿Pretende Maya o el planeta aniquilar a los humanos? 

Asistimos a una ceremonia de la confusión: una amalgama entre el derecho romano, el derecho canónico y la Sharia, junto con el supuesto de que la acumulación capitalista y hasta la emergencia climática fueran naturales e inevitables. 

En ese magma irracional chapotean y se nutren las ideologías de ultraderecha, que presumen de exaltar a los varones violentos de su pueblo para que ellos, en tiempos violentos, defiendan a las mujeres contra otros varones. Un darwinismo tan anticientífico como el terraplanismo defiende la “fuerza del destino”: la destrucción fatal de la biodiversidad y la diversidad cultural y lingüística, junto con el triunfo de unas pocas lenguas imperiales y la inevitabilidad del patriarcado como un derecho natural.

Pues bien, desde las humanidades y las ciencias sociales podemos constatar que el mejor testimonio en favor del progreso humano, a lo largo de la Edad Contemporánea, ha sido la emancipación de las mujeres y las conquistas del feminismo. 

Sobre todos esos temas de actualidad: el currículum oculto de nuestra era, aunque suene demasiado rimbombante, han tratado y tratarán los proyectos de aprendizaje que vengo diseñando y que propongo a amantes de la educación en cualquier nivel educativo: desde la Primaria a la Universidad. Sobre todo a quienes se sientan cebras en este mundo: formados por la mezcla que reconoce y respeta sus fuentes, entre géneros y culturas, ciencias naturales y sociales, filosofía y práctica.

Para terminar, recomiendo bucear en el mundo de los videojuegos, hasta encontrar una narrativa rica y diversa que se ha diseñado para la interacción y que incluye cada vez mejores herramientas para la creación y la recreación. Porque no somos enemigos de nadie, sino de la nada.

Más información

El canon de la vida: Poética del desarrollo humano.

Aprendices y lectores: El desarrollo humano a través de la literatura.

Los otros que hay en ti: Didáctica de la Literatura Universal.

Presentación del proyecto educativo «Consulta a las sabias».
Productos finales del proyecto durante este curso: relatos y juegos.

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