Aprendizaje servicio + ABP = #Eduexpandida

El sábado 14 de marzo tuve la oportunidad de compartir experiencias sobre el Aprendizaje Servicio #ApS con un centenar de participantes, en el centro municipal El Charro de Salamanca, de la mano de Roser Batlle, gracias a la organización de ScolarTIC.

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Acudí con el encargo de presentar una ponencia sobre el proyecto de educación expandida «Pan, Rosas y TIC: publicidad solidaria y marketing educativo» (mayo-junio de 2014), que vino a culminar el montaje del N-MOOC durante nueve meses: Banco Común de Conocimientos sobre ABP, educación expandida, alfabetizaciones múltiples (mediática, digital, audiovisual) y educación emocional, por el equipo del Barco del Exilio.

Además, organicé un taller para enganchar nuestras historias con las de los refugiados en una red de proyectos educativos por todo el Estado. De eso hablaré más tarde.

Los superpoderes ciudadanos del CEIP Atarfe

Ha sido un verdadero viaje, que comenzó el viernes por la mañana en el CEIP Atalaya de Atarfe (Granada). No fui allí por casualidad, sino porque Esther Diánez tuvo la gentileza (generosidad, compañerismo) de prestar la maleta de iPads del centro, para que los utilizáramos al día siguiente en el taller de Storytelling solidario con las vidas en busca de refugio: #Cuentaverdades.

Entré por una puertecita de la planta baja y recorrí los pasillos y las aulas, hasta encontrar a José Alberto Martín, primero, y a Esther, un rato después. Los pasillos son una exposición permanente de las producciones de niñas y niños, con quienes me cruzaba y me saludaban como si me conocieran de toda la vida. En las aulas donde me colé se trabajaba en grupos cooperativos y en presencia de varios docentes y voluntarios. El 3º B de Esther es un mosaico de sueños realizados: gestión de proyectos por el propio alumnado, autoevaluación, aprendizaje entre pares, insignias que orientan y representan los superpoderes (talentos, «elementos») de cada aprendiz, diseñadas por ellas y ellos mismos, sobre un mapa cuya cota más alta (el «salto cualitativo») es el apoyo a otra persona para que desarrolle sus competencias.

Aunque había llegado con mi coche, salí por arte de magia amistosa en otro coche rojo (el suyo) con Esther y con José Manuel Poquet, doctor en ecología acuática, colaborador del colegio, responsable del programa «Andalucía, mejor con Ciencia» de la Fundación Descubre. Durante los viajes de ida y vuelta supe más detalles sobre los proyectos gestados en el colegio: CREECE, Comunidad para la Restauración Ecológica del Estanque del Corredor Verde, que iban a presentar en Salamanca; pero también CapaCITados, Tecnología para la ilusión y para la inclusión, el cual habían hecho público esa misma semana en el Encuentro «Crea, Innova, Educa» de la Facultad de Educación, Universidad de Granada. Sin olvidar los aspectos más técnicos, destaco la identificación del proyecto con las ilusiones y los signos de la cultura infantil/juvenil: p. ej. el tuneado de las prótesis y las sillas de ruedas con iconos de los superpoderes que las niñas y los niños más valoran. Se puede llamar gamificación, ludificación o placer de aprender.

El gran signo que habla de los proyectos y sobre los proyectos es la participación de la gente de Atarfe: el desarrollo comunitario y la educación popular en el siglo XXI, con el apoyo de (cito) «la Fundación Descubre, el ayuntamiento de Atarfe, el AMPA La Pizarra, las asociaciones locales ‘Ciudad de Atarfe’ y ‘Te doy la Luna’, junto con empresas como la Ortopedia Gerardo León y la firma dedicada a sillas de ruedas Sunrise Medical»; o la ferretería del pueblo, según comentaba Esther, «ya dieran poco o mucho». Otro dato: el grupo de teatro de Atarfe ha montado sendas obras por cada uno de los proyectos, año tras año. Otro más: la historia del documental sobre CREECE es una secuencia de colaboraciones en cadena que incluye a socios profesionales para la banda musical, la locución, etc. Los créditos del docu duran ocho minutos…

El ayuntamiento de Atarfe ha asumido las programaciones del colegio, enredado con los demás centros educativos del pueblo, como el de Cártama hizo con el IES Cartima. El nuevo contexto surgido de la creatividad pedagógica puede definirse, de manera muy apropiada, ciudad educadora.

 

De la prestación de servicios al empoderamiento ciudadano

El proyecto “Pan, rosas y TIC” se enmarca en un curso abierto: el N-MOOC, organizado por “El Barco del Exilio” para promover el aprendizaje en red en un colaboratorio virtual y continuo a lo largo de la vida, a lo largo del curso 2013-14.

Las propuestas del N-MOOC compartían el deseo de acreditar a los supuestos beneficiarios de la educación como protagonistas del proceso de enseñanza y aprendizaje, por medio de varias metodologías compatibles entre sí: ABP (Aprendizaje Basado en Proyectos), clase invertida (Flipped Learning), alfabetizaciones múltiples, transmedia, educación expandida. “Pan, rosas y TIC” se desarrolló durante los dos últimos meses del curso 2013-14, por lo que aprovecha las enseñanzas de las fases anteriores con el fin de capacitar a los grupos de aprendices y aprendizas para un servicio concreto: la publicidad de una buena causa.  

La publicidad en la era de la comunicación de masas se planeaba y se realizaba de forma unilateral, por medio de mensajes e imágenes impactantes, que se consideraban tanto más eficaces cuanto más burlaban el control de la conciencia. Es lógico que la actividad de educadores y pedagogos durante varias décadas se concentrase sobre el análisis crítico del lenguaje publicitario y la defensa del público infantil, especialmente, contra cualquier forma de manipulación ideológica.

Aunque la comunicación unilateral siga vigente, sobre todo en TV, los nuevos medios sociales ofrecen la oportunidad de construir ciudadanía en las escuelas y tejer redes de solidaridad con causas justas. Desde el origen de Internet, tanto las ONG como los movimientos sociales han aprovechado las redes de comunicación y los espacios virtuales para sensibilizar a la población sobre sus motivaciones, pero también para visibilizar a los invisibles, promover la asociación y empoderar a las personas más vulnerables.

Las campañas de “Pan, rosas y TIC” no se limitan a transmitir mensajes, sino que consisten en contar historias en distintos formatos, que se puedan difundir simultáneamente en varias plataformas, hasta sumergir a los aprendices en los espacios mentales y el tejido asociativo de las culturas solidarias. ¿Transmedia? Claro que sí.

Pero permíteme la ironía: las herramientas de participación social o tecnologías sociales sirven para crear los productos, no solo para venderlos.

ApS infografía

A semejanza de los proyectos del CEIP Atarfe y del trabajo de Roser Batlle en colaboración con el municipio de l’Hospitalet, propongo que el ApS trascienda el marco de la prestación de servicios, de manera que las prácticas de cuidado y la relación de ayuda (empatía y escucha activas) sirvan para empoderar a los supuestos beneficiarios tanto de la educación como de los servicios sociales. Es lo que he aprendido como profesional de la cooperación internacional y la educación social, a través de proyectos de desarrollo comunitario protagonizados por las comunidades, los grupos sociales y las personas vulnerables a quienes se dirigían.

La metáfora del paso desde la ayuda humanitaria a la acción humanitaria puede aplicarse al ApS para transformar la mera conmiseración por el mal ajeno en solidaridad con las causas y las estrategias que saquen a la luz los superpoderes de todas las personas: todos aprendices, todas y todos CapaCITados.

Pues bien, ese cambio de paradigmas puede traducirse de otra manera: cuando el ApS se organiza siguiendo el ciclo del proyecto (Aprendizaje Basado en Proyectos) se convierte en educación expandida. La escuela sin muros o con ventanas y puertas abiertas a las realidades sociales, organizadas en movimientos ciudadanos; asociaciones vecinales, culturales, ecologistas, feministas; redes de ayuda mutua; genera estrategias de afrontamiento para aprovechar las oportunidades y superar las amenazas. ¿Somos superhéroes o superheroínas? Crecemos en humanidad.

Por supuesto, los municipios (como el de Atarfe o el de Cártama) pueden ser coprotagonistas en el proceso de empoderar a la ciudadanía y conjugar los aprendizajes formales con los informales. Pero la colaboración con las instituciones (democráticas) no es el detonador, sino el coadyuvante. De otro modo, un cambio de opinión por parte de tal o cual técnico o concejal daría al traste con el proyecto entero, como me ha ocurrido alguna vez… Gato escaldado no vuelve a quemarse, dice un proverbio felino.

 

 

Taller de #Cuentaverdades

Durante el evento de Salamanca tuvimos muy poco tiempo para ponerlo en práctica, pero era y es un proyecto vivo en las redes de aprendizaje solidario con la causa de los refugiados.

Invito a quienes leáis este artículo a que lo hagáis realidad en vuestras aulas, en los centros de profesorado o con vuestras hijas y vuestros hijos.

Objetivos concebidos en forma de tareas

  1. Servicio: participar como protagonistas en una red de ayuda y solidaridad.
  2. Causa justa: conocer y difundir las implicaciones humanitarias de la crisis de los refugiados.
  3. Empatía activa: ponernos en el lugar de una persona refugiada y comprender sus vivencias.
  4. Storytelling digital: crear una historia atractiva (héroes/heroínas problemáticos, conflicto dramático, clímax, motivos de intriga: comienzo in media res, final sorpresivo o contundente, suspense, etc.) por medio de aplicaciones digitales.
  5. Transmedia: utilizar diversas plataformas para narrar una historia o recrear un universo narrativo, que puede ser real, verosímil o fantástico, de tal manera que se consiga enganchar, envolver e implicar al público potencial en calidad de participantes: prosumidores, coautores, conciudadanxs.

 

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